Alarguemos un poco más el verano...

Cuando me he levantado esta mañana hacía un día maravilloso.

El sol brillaba en lo alto y una fresca brisa entraba por la ventana mientras acariciaba las ramas de las plantas del jardín, finas y delicadas.

Podía observar las sombras de las golondrinas moverse mientras volaban alegremente surcando el cielo. Pensé que con aquel maravilloso día, no parecía que el verano hubiese decidido marcharse. Encendí algo de incienso, uno en particular cuyo olor me transportaba a los alegres y vigorosos días de sol que tanto me alegran y que tanto adoro. La luz entraba irradiando toda la habitación, llenándola de vida, de vitalidad y optimismo.

Sin dudarlo dos veces, aproveché el día pare leer y dejarme transportar a los diferentes mundos que los libros entre mis manos recreaban. Respirando aire fresco y aroma a flores, inundada de luz y a una agradable temperatura.

Ante aquel maravilloso regalo para la vista (y para el olfato), me sentí tranquila y alegre. ¿Acaso no se ha ido el verano todavía? ¿Seguía pausada en una estación en la que podía sentirme libre y despreocupada?

No, sigo estando en otoño.

Pero por hoy... alarguemos un poco más el verano.

Mocca